noviembre 2025

Cómo hablar con los niños sobre el estrés financiero y las preocupaciones por el dinero

Whitney Raglin Bignall, PhD

Resumen Del Artículo

 
  • Los niños suelen sentir el impacto de los desafíos financieros, incluso si no lo entienden. Aprende cómo hablar de las preocupaciones por el dinero de una manera que apoye su bienestar emocional y su salud mental.
  • Aprende a elegir bien las palabras, responder preguntas con apertura y tranquilizar a los niños asegurándoles que están a salvo y que no son responsables de la situación.
  • Mantener conversaciones continuas puede ayudar a que los niños se sientan seguros y protegidos en estos tiempos de incertidumbre.

Cuando hay una pérdida de empleo, gastos inesperados u otro cambio en las circunstancias, puede ser estresante para los padres y familiares. Los niños y su salud mental también se ven afectados, especialmente cuando perciben estrés en casa. ¿Cómo hablar con ellos de una manera útil, sin generar más estrés ni preocupación?

¿Cuándo es el momento adecuado para hablar con los niños sobre el estrés financiero y el dinero?

Antes de iniciar la conversación:

  • Asegúrate de estar bien emocionalmente. Asegúrate de estar preparado. Date un tiempo para el autocuidado antes de empezar.
  • Elige el momento adecuado. Evita cuando estés con prisas, distraído o solo tengas unos minutos.

¿Cómo empiezo una conversación sobre el dinero con mi hijo?

  • Piensa en sus posibles preocupaciones. ¿Tendrá que dejar un deporte, clases o un campamento al que espera ir? ¿Habrá que mudarse? ¿Habrá suficiente comida?
  • Sé abierto y honestosin dar demasiados detalles. Usa palabras sencillas y explícale cómo crees que le afectará. Considera su edad y nivel de comprensión al compartir información.
  • Dale tranquilidad. Hazle saber que está a salvo y que lo cuidarás. Dile que estás trabajando en la solución.
  • Pregúntale cómo se siente. Si no está seguro, ayúdalo a identificar sus emociones.
  • Valida lo que siente, aunque te cueste entenderlo. Por ejemplo, puede decir que está triste por no ver sus programas favoritos. Puedes responder: “Suena a que estás triste y quizá frustrado por tener que cancelar nuestro servicio de streaming. Sé que es difícil dejar de hacer cosas que nos gustan mucho”.
  • Enfatiza que no es su culpa. Deja claro que es un asunto de adultos y no le toca resolverlo.
  • Sigue pendiente y mantén la conversación abierta. Explícale que probablemente habrá cambios. Dile que seguirán hablando y que le avisarás cuando tengas más información.

    ¿Cuántos detalles debo compartir sobre las dificultades económicas?

  • Con niños pequeños (menores de 5 años), basta con reconocer que hay una preocupación y que estás trabajando para resolverla. Los niños mayores pueden entender mejor el motivo (cambios de trabajo, pérdida de apoyos) y lo que estás haciendo para solucionarlo.
  • Si algo que los ilusionaba ya no podrá suceder por las nuevas preocupaciones económicas, déjales saber eso.
  • Explica “necesidades” versus “deseos”. Aclara la diferencia entre necesidades (comida, vivienda) y deseos (vacaciones, equipo deportivo, etc.). Diles que por ahora, se enfocarán en las necesidades. Eso puede significar que algunos o todos los deseos no se cumplirán.
  • Si no puedes cubrir necesidades (comida, vivienda, transporte), diles que estás buscando ayuda.

¿Qué digo cuando los niños se comparan con otras familias?

Los niños suelen compararse con los demás. Puede ser cierto que, en este momento, sus amigos no estén pasando por los mismos problemas de dinero que su familia.

Puedes decir algo como:
“Es normal compararnos con otros; a mí también me pasa a veces. Pero no conocemos todos los detalles de la vida o la situación de los demás. Mejor enfoquémonos en lo que sí tenemos, que nos tenemos el uno al otro, y tratemos de no fijarnos tanto en lo que otros tienen”.

¿Con qué frecuencia debo hablar con mis hijos sobre el estrés financiero?

  • Revisa cómo están con regularidad, especialmente cuando hay cambios.
    • Escucha sus preguntas o pon atención a cambios en su conducta; eso indica que el tema está en su mente.
    • Da la bienvenida a sus preguntas. Respóndelas con honestidad, según su edad y nivel de comprensión. Si preguntan, es porque lo están pensando.
    • Está bien responder: “No estoy seguro”.

Las dificultades con el dinero son duras, no solo para los padres y familiares, sino también para los niños. Puedes ayudarlos a sentirse seguros y comprendidos manteniendo chequeos frecuentes y teniendo conversaciones abiertas y honestas. Esos momentos construyen confianza y fortalecen su vínculo, incluso en tiempos difíciles. Recuerda que en estos momentos difíciles tu relación positiva con tus hijos es un factor de protección para su salud mental.

Las conversaciones abiertas y honestas son mejores

Paso 1. Prepárate y planea la conversación

  • Elige el mejor momento: sin prisas y con pocas distracciones.
  • Anticipa sus preguntas.
  • Considera cómo estás pensando y sintiendo y cómo esto puede afectar a tu hijo.

Paso 2. Durante la conversación

  • Revisa cómo se siente tu hijo y qué está pensando; dale tranquilidad de que no es su culpa y que entiendes por qué puede sentirse así.
  • Sé abierto y honesto al responder sus preguntas:
    • Mantén las respuestas simples y acordes a su edad.
    • Comparte la información que consideres necesaria y sé sincero cuando no tengas todas las respuestas; explica que la información y la situación pueden cambiar.
    • Asegúrate de explicar, pero evita abrumarlo con demasiados detalles.
  • Habla de lo que sí está bajo tu control y recuérdale que, como mamá, papá o familiar, estás haciendo lo posible para que esté seguro y atendido.
  • Conversen sobre lo que significa para él que el dinero o los recursos estén ajustados.
    • Por ejemplo, expliquen que tendrán que decir “no” con más frecuencia a cosas que no son indispensables y cómo están decidiendo a qué decir sí o no por ahora.
  • Hablen sobre compararse con otros.
  • A medida que las cosas cambien – hazle saber que pueden volver a hablar del tema, que estás abierto a responder preguntas y a conversar sobre cómo se siente durante este tiempo.