Más allá de la amabilidad: cómo hablar con los niños sobre la justicia
Resumen Del Artículo
Ser amable es importante, pero no basta para solucionar problemas sociales como el sesgo, el prejuicio o la discriminación. Para crear cambios en el mundo, también necesitamos enseñarles a los niños sobre la justicia.
Queremos que comprendan que la raza, el género, la condición física o la situación económica de una persona puede influir en cómo los demás la perciben. Lamentablemente, algunas personas creen en estereotipos negativos o dicen cosas hirientes sobre las personas que son diferentes. Estas injusticias no solo lastiman los sentimientos; afectan de manera importante el bienestar de alguien e incluso pueden limitar sus oportunidades de salir adelante en la vida.
Parte de ser amables unos con otros es ser aliados de quienes pueden ser diferentes a nosotros. Todos debemos ser aliados y enseñarles a nuestros hijos a serlo también. Defender lo que es correcto no siempre es fácil, pero es necesario para lograr un cambio real en el mundo.
Al enseñar a tu hijo sobre la amabilidad, es importante ir más allá y hablar también sobre la justicia y los prejuicios:
- Define términos importantes. Explica qué son los prejuicios y los estereotipos (creencias sobre otros grupos de personas que suelen ser incorrectas y demasiado generalizadas) y cómo pueden lastimar a las personas. Hablen sobre momentos en los que tu hijo o tú hayan notado prejuicios o estereotipos en películas o en la vida real.
- Usa libros. Busca libros que hablen sobre la equidad, la diversidad y la justicia, con personajes que no se parezcan a tu hijo y que tengan experiencias de vida diferentes. Después de leerlos, conversen sobre si los personajes recibieron justicia.
- Hablen de los eventos actuales. Las noticias muestran con frecuencia ejemplos reales de prejuicio y de justicia. Conversa con tu hijo sobre lo que pasa, de manera adecuada para su edad. Ayúdale a entender que las personas merecen justicia cuando enfrentan prejuicios y discriminación.
- Responde sus preguntas. Tu hijo puede querer saber cosas sobre personas que se ven diferentes a los miembros de tu familia. En lugar de ser “ciegos al color”, hablen con respeto sobre la diversidad de orígenes de otras personas. Enséñale sobre distintas celebraciones y considera asistir a festivales o eventos culturales locales.
- Fomenta la aceptación y la inclusión. Enseña a respetar los sentimientos, los orígenes y las habilidades físicas de los demás. Anima a tu hijo a invitar a otros a jugar en el recreo si ve a alguien quedándose fuera. Hazle saber que esto también implica dar espacio para que otros expresen sus emociones y experiencias. Sobre todo, da el ejemplo: muestra con acciones inclusión y aceptación en todo lo que hagan como familia, para que sea parte de quiénes son.
- Pide disculpas. Incluso las personas que intentan ser amables y justas a veces dicen cosas hirientes sin darse cuenta. Esto sucede porque todos tenemos prejuicios basados en nuestras experiencias de vida. Enséñale a tu hijo que debe disculparse cuando reconozca su error, y que las palabras “lo siento” no siempre son suficientes. Las disculpas deben demostrar que entiende el impacto de lo que dijo y que está comprometido a cambiar. Puede ayudarle imaginar cómo se sentiría si él fuera quien recibiera esas palabras sin pensar.
- Enseña empatía. Anima a tu hijo a considerar distintos puntos de vista, no solo el propio. Ayúdalo a darse cuenta de que los pensamientos y sentimientos de los demás importan. Esto puede evitar que diga algo insensible o motivarlo a defender a un amigo que haya sido tratado injustamente.
La amabilidad y la justicia van de la mano. A medida que tu hijo desarrolla empatía, también esta fortaleciendo sus conexiones con los demás, lo cual favorece su salud mental. Al romper estereotipos dañinos y prejuicios, está contribuyendo a mejorar la salud mental de quienes lo rodean.