mayo 2024

Cómo enseñar a su hijo las diferencias de desarrollo

Mary Wojnaroski, PhD (she/her/hers)

Resumen Del Artículo

 
Consejos útiles para que hable con su hijo sobre las diferencias de desarrollo de los demás.

Los niños pequeños a veces se preguntan en voz alta por qué alguien en el patio de recreo o en el supermercado va en silla de ruedas o tiene un aspecto o un comportamiento diferente al suyo. Los padres suelen pensar que es mejor no llamar la atención sobre las diferencias entre las personas. Pero los niños pequeños se dan cuenta y hacen preguntas, queramos o no.

Cuando tu hijo haga estas preguntas, no las desestimes ni cambies rápidamente de tema. Eso sugiere que han sacado a relucir algo vergonzoso de lo que no se debe hablar.

En lugar de eso, aprovecha la oportunidad para proporcionar información empática, adecuada y precisa sobre las diferencias de desarrollo. Los detalles que compartas serán más útiles que las ideas que puedan inventar por su cuenta o las cosas que puedan oír de otros niños.

A través de la conversación, puedes ayudar a tu hijo a entender que no debemos suponer cosas sobre los demás y que debemos reconocer que las personas con diferencias de desarrollo son individuos y no parte de un grupo. Tus palabras ayudarán a moldear las opiniones de tu hijo y sus futuras interacciones con personas diferentes a él.

Cuando hables de las diferencias de desarrollo con tu hijo, ten en cuenta estos útiles consejos:

  • Hable tanto de las similitudes como de las diferencias. Está bien mencionar las diferencias, pero también hay que encontrar formas de identificar las similitudes. Puedes decir: «Johnny puede necesitar usar una silla de ruedas, pero le gustan los Pokémon, igual que a ti». Encontrar similitudes evita que «subestimes» a las personas con diferencias de desarrollo o que sugieras que la discapacidad es el todo de esa persona.
  • Habla de los distintos tipos de diferencias. A veces se habla de discapacidades «visibles» frente a «invisibles». En el autismo, por ejemplo, no siempre se nota la diferencia hasta que se interactúa con alguien. Cuando hables con tu hijo de una discapacidad invisible, puedes decirle: «Juanito tiene autismo, lo que significa que a veces le cuesta expresar sus emociones», en lugar de: «Juanito tiene parálisis cerebral, por lo que necesita utilizar una silla de ruedas para desplazarse».
  • Fomente las preguntas. La pregunta inicial de tu hijo puede ser seguida por otras, así que estate dispuesto a responder a cualquier duda que pueda surgir. Si no sabes algo, decir «no lo sé» o «ya te lo contaré» es mejor que inventarse algo. Si las preguntas de tu hijo están inspiradas en alguien a quien ha visto, quizá sea posible entablar una conversación con esa persona. A veces, las personas con diferencias de desarrollo (o sus padres) están abiertas a conversar, incluso con desconocidos, para compartir sus experiencias. Pueden darse cuenta de que los niños reconocen las diferencias y no están siendo groseros. Tienen derecho a decir que no, así que pregunta antes de preguntar.
  • Apoyar las interacciones. Animar a los niños a respetar a los demás como individuos y a aceptar las diferencias de desarrollo significa enseñarles a ser amables, serviciales e integradores. Significa unirse a actividades extraescolares en las que se incluya a personas con diferencias de desarrollo o invitar a los niños a fiestas de cumpleaños. Cuando los niños se sienten cómodos rodeados de personas con diferencias de desarrollo, aumentan sus niveles de empatía. Ayudar a tu hijo a establecer estas relaciones le ayuda a ser más compasivo.

Es importante educar a nuestros hijos sobre las diferencias de desarrollo. Hay muchas razones para ello. Nuestros expertos en pediatría profundizan en este tema y explican por qué es necesario iniciar la conversación a una edad temprana.