diciembre 2024

Volver a la rutina

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Raisa Ray, PhD

Resumen Del Artículo

 
  • Las rutinas benefician a la salud mental de los niños al proporcionarles estabilidad, estructura y sensación de seguridad.
  • Cuando se alteran las rutinas, los niños pueden adoptar comportamientos desafiantes o luchar contra emociones fuertes.
  • Hay cosas muy sencillas que puedes realizar para ayudar a los niños cuando sus rutinas han sido interrumpidas.

Las rutinas brindan una sensación de estructura, estabilidad y seguridad tanto a los niños como a los adultos responsables. Nos ayudan a mantener el rumbo y a realizar las tareas cotidianas con una mayor facilidad.

A veces la vida nos cambia inesperadamente y esto puede llegar a alterar las rutinas, provocando sensaciones de estrés, descontrol y agobio. Los niños pueden reaccionar a estos cambios mostrando mayor irritabilidad por cosas pequeñas, ansiedad o llegar al punto donde comienzan a evitar sus actividades, o con reacciones emocionales más intensas y explosiones de conducta. Podemos prepararnos para estas interrupciones conocidas y aumentar nuestras probabilidades de éxito.

Ejemplos de situaciones que pueden provocar interrupciones en las rutinas son:

  1. Tiempo fuera de la escuela: vacaciones, recesos de invierno/primavera/verano, días de nieve, etc.
  2. Vacaciones familiares o viajes
  3. Cambios de hogar, transiciones entre las casas de los padres, pasar el fin de semana con los abuelos o quedarse en casa de un amigo durante un largo periodo de tiempo
  4. Cambio de horario: cambios de horas o viajes a otras zonas horarias

He aquí algunas estrategias prácticas que pueden utilizar los padres o adultos responsables:

  • Cuando hay interrupciones en los horarios, las rutinas de la mañana y a la hora de acostarse tienden a ser las primeras en verse afectadas, aumentando la irritabilidad y los niveles de estrés de toda la familia. Por eso, utilizar las rutinas matutinas y a la hora de acostarse como anclas es un buen punto de partida para volver a la normalidad.
    • Una forma de hacerlo es cambiar la hora de acostarse/levantarse en incrementos de 10 a 15 minutos cada día hasta recuperar el horario habitual.
    • Además, el uso de tablas visuales es una forma estupenda de recordar a los niños los pasos en sus rutinas.
  • Las personas siempre tienen más éxito a la hora de crear o mantener buenos hábitos cuando trabajan juntas, ya que pueden responsabilizarse unas a otras y animarse mutuamente en el proceso. Para ello, puede ser útil ponerse metas familiares sobre cómo volver a tomar las rutinas y así saber cómo los miembros de la familia pueden apoyarse mutuamente en este proceso. Por ejemplo, un niño puede ayudar a uno de los padres a poner el despertador o un adulto puede dar ejemplo de cómo preparar las cosas por la mañana.
  • Considera realizar una actividad de transición al regresar de otro hogar.
    • Algunos niños necesitan un tiempo a solas antes de estar preparados para hablar de lo que pasó en casa de la abuela o antes de estar preparados para volver a la rutina en casa de uno de los padres cuando vienen de casa del otro.
    • Algunos niños pueden beneficiarse de tiempo a solas con un adulto responsable, como jugar un juego de mesa o lanzar una pelota juntos, para readaptarse al ambiente.

Aunque las rutinas puedan variar entre hogares, los niños responden bien a la estabilidad dentro de un mismo entorno. Enfócate en lo que puedes controlar.

  • Habla con los niños sobre sus emociones y ayúdalos a identificar las partes conocidas de nuevas experiencias. Ir de viaje, empezar el colegio o participar en una actividad nueva puede provocar ansiedad porque lo desconocido puede asustar. Sin embargo, la mayoría de las cosas no son completamente desconocidas. Hablar con los niños puede ayudarlos a enfrentarse a sentimientos fuertes que pueden estar obstaculizando la vuelta a sus rutinas habituales.
    • Habla con tus hijos sobre lo que ya saben de sus nuevas experiencias. Por ejemplo, puede que ya estén familiarizados con el edificio del colegio, los demás alumnos, el personal administrativo, la cafetería y el patio de recreo, aunque todavía no conozcan a su nuevo profesor.
      • Si vas a hacer un viaje por carretera, habla de cómo tus hijos han viajado en coche antes o de cómo han viajado a otros lugares en el pasado.
    • Recuerda a los niños que los puntos de inicio y final de su día van a seguir siendo los mismos, completando las mismas rutinas matutinas y a la hora de acostarse.
    • Valida sus emociones y fomenta los comportamientos valientes. Por ejemplo, puedes decir: "Está bien estar nervioso por empezar a jugar al fútbol, pero estoy muy orgulloso de ti por ser valiente e ir al entrenamiento de todos modos".

Aunque puede requerir esfuerzo, puedes ayudar a tu hijo a recuperar rutinas saludables incluso después de una interrupción prolongada. Si necesitas ayuda para establecer nuevas rutinas, tenemos ayuda para ti.