noviembre 2025

La amabilidad beneficia la salud mental de los niños

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Gina McDowell, LPCC-S

Resumen Del Artículo

 
  • La amabilidad puede mejorar la salud mental al elevar el estado de ánimo, aumentar el sentido de pertenencia y reducir la ansiedad.
  • Cuando la amabilidad se vuelve un hábito, puede aumentar la autoestima de un niño.
  • Hay formas sencillas de enseñarle a tu hijo actos de amabilidad.

Compartir juguetes con un hermano. Incluir a un compañero de clase en un juego de atrapadas. Poner la mesa sin que lo pidan. Hacerle un cumplido a alguien.

Actos amables y desinteresados como estos pueden hacer que tu hijo se sienta bien consigo mismo, lo que puede mejorar su estado de ánimo.

Realizar actos de amabilidad libera las sustancias químicas del cerebro que nos hacen sentir bien, como la dopamina y la serotonina, las cuales ayudan a que las personas se sientan más felices, tranquilas y menos ansiosas. Los actos amables también fortalecen la conexión social y reducen la sensación de soledad, lo que puede disminuir el riesgo de depresión.

Los niños pueden desarrollar un mayor sentido de propósito y satisfacción al realizar actos de amabilidad. Si lo convierten en un hábito, la confianza en sí mismos puede aumentar. Además, pueden volverse más resilientes en momentos emocionalmente difíciles si construyen un sistema de apoyo sólido a través de sus acciones amables.

Recibir amabilidad también se siente bien. Que otras personas traten a un niño o niña con amabilidad puede mejorar en ese momento, su estado de ánimo y su confianza en sí mismo y con el tiempo puede fortalecer sus conexiones sociales.

Enseñar a los niños a ser amables

Hay muchas formas en que madres, padres y familiares pueden enseñar a sus hijos a ser amables. Para fomentar la amabilidad en tu hijo, prueba estas ideas:

  • Da el ejemplo. Tu hijo nota lo que dices y haces, aunque a veces parezca que no pone atención. Muestra con tus acciones las conductas que quieres que imite: dale oportunidades de verte siendo amable con familiares, amistades, desconocidos y personal de tiendas.
  • Elogia sus acciones. Felicita a tu hijo cada vez que notes que fue amable. Pon tu elogio en contexto para que entienda por qué te alegran sus acciones. Por ejemplo: “Cuando incluiste a José en tu juego, seguro lo hiciste sentir muy bien. Estoy muy orgulloso de ti”. ¡Siempre queremos reforzar lo que queremos ver más!
  • Enseña empatía. Ayuda a tu hijo a comprender las emociones de otras personas. Lean libros juntos y luego hablen sobre cómo se sintieron los personajes cuando les pasó algo bueno o malo. También pueden conversar sobre cómo podría sentirse su amigo si tuvo un mal día o pasó por algo difícil. Representar situaciones (juego de roles) es otra gran forma de practicar la empatía.
  • Fomenta la inclusión. A nadie le gusta sentirse excluido. Enseña a tu hijo a reconocer y celebrar las diferencias entre sus compañeros. Pídele que note cuando alguien está quedando fuera y fomenta a que lo incluyan en la actividad. ¡Puede que haga un nuevo amigo!
  • Crea rutinas familiares de amabilidad. Intenten comenzar el día con un acto de amabilidad. A la hora de la cena, hagan que cada uno comparta de qué forma fue amable con otros o cómo otros fueron amables con él o ella.
  • Hagan voluntariado en familia. Busca actividades adecuadas para la edad de tu hijo donde puedan realizar actos amables y desinteresados juntos. Pueden ayudarte a preparar sándwiches en un comedor comunitario, crear tarjetas festivas para personas mayores en un asilo o sacar a pasear perros de un refugio local.
  • Explica el impacto de la amabilidad. Las palabras y acciones de tu hijo importan. Hazle saber que un solo acto amable suyo puede convertirse en lo mejor del día para otra persona.

La amabilidad no tiene por qué costar nada, pero puede traer grandes beneficios para la salud mental, especialmente si se convierte en un hábito constante. ¡Imprime y usa nuestras tarjetas de amabilidad para que tu familia empiece a practicarla todos los días!

Referencias

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Marsh IC. Chan SW. & MacBeth A. (2018). Self-compassion and psychological distress in adolescents—a meta-analysis. Mindfulness, 9(4), 1011-1027.