mayo 2025

Cómo ayudar a los niños a afrontar el trauma

Whitney Raglin Bignall, PhD

Resumen Del Artículo

 
  • Muchos niños viven o experimentan eventos aterradores que los afectan profundamente. A estos se les conoce como Experiencias Adversas en la Infancia (ACEs, por sus siglas en inglés).
    • Aunque estas experiencias aumentan ciertos riesgos para el bienestar de los niños, hay señales que indican cuándo es momento de buscar ayuda profesional.
    • Los adultos responsables pueden apoyar a los niños después de un evento traumático volviendo a las rutinas, hablando con ellos sobre lo que sienten, respondiendo a sus preguntas y brindándoles apoyo.

Los eventos traumáticos que le ocurren a un niño pueden tener un impacto duradero en su vida. A estos eventos se les llama experiencias adversas en la infancia.

¿Qué son las Experiencias Adversas en la Infancia (ACEs)?

Son eventos difíciles o traumáticos que suceden entre los 0 y 17 años.

Según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés), más del 60 % de los adultos reportan haber vivido al menos una ACE durante su infancia. Las mujeres y algunos grupos históricamente marginados tienen más probabilidades de haber experimentado cuatro o más ACEs.

Ejemplos de ACEs:

• Vivir abuso o negligencia
• Tener un padre, madre o familiar encarcelado
• Presenciar violencia (en casa o en la comunidad)
• Crecer en un entorno inestable o con mucho estrés

Impacto de las ACEs:

  • Mayor riesgo de desarrollar problemas de salud mental o consumo de sustancias
    • Mayor riesgo de enfermedades físicas a largo plazo (como diabetes o problemas del corazón)
    • Más dificultades en el aprendizaje o desempeño escolar

Señales de advertencia y síntomas

Los niños que han vivido experiencias adversas tienen un mayor riesgo de desarrollar estrés traumático. Según la Red Nacional de Estrés Traumático Infantil (NCTSN, por sus siglas en inglés), el estrés traumático ocurre cuando una experiencia amenaza la vida o seguridad de una persona y sobrepasa su capacidad para afrontarla.

Los síntomas pueden variar según el niño. Algunos pueden mostrar varias de estas señales, y otros solo unas pocas:

  • Miedo a separarse de sus seres queridos o estar más apegados
    • Regresiones de comportamiento (por ejemplo, mojar la cama después de haber dejado el pañal)
    • Problemas para dormir, pesadillas o insomnio
    • Cambios en el apetito
    • Emociones intensas como irritabilidad, enojo, llanto, tristeza o ansiedad
    • Aislamiento o falta de interés
    • Aumento en conductas agresivas
    • Dificultad para concentrarse o enfocarse
    • Evitar personas, lugares o situaciones que les recuerden el trauma
    • Reacciones exageradas o desproporcionadas al susto
    • Sentimientos de culpa o de que el evento fue su culpa
    • Revivir el evento a través de recuerdos intrusivos o “flashbacks”

Si notas emociones negativas nuevas o más intensas, o síntomas como ansiedad, depresión o conductas muy desafiantes que duran más de dos semanas, busca el apoyo de un profesional de salud mental.

¿Cómo ayudar a los niños después de un trauma?

Contar con apoyo adecuado y factores de protección puede ayudarles a recuperarse y adaptarse. Aquí algunos consejos prácticos para padres y familiares:

  1. Retomen las rutinas familiares. Las rutinas dan seguridad y ayudan a los niños a saber qué esperar.
  2. Mantengan expectativas claras. Validamos sus emociones, pero recordamos que ciertas conductas no están permitidas (por ejemplo, pegar o romper cosas).
  3. Hablen sobre lo que pasó. Ayúdales a expresar cómo se sienten. Ponerle palabras a lo vivido puede ayudarles a procesarlo.
  4. Observa sus juegos o dibujos. Es común que los niños incorporen el trauma en su juego simbólico o arte. Esta es una forma saludable de procesarlo.
  5. Responde sus preguntas con honestidad y sencillez. Asegúrales que no tienen la culpa de lo que pasó.
  6. Lean juntos libros para niños sobre situaciones similares. Esto puede ofrecer otras formas de afrontar lo vivido.
  7. Brinda apoyo constante. Diles que estás ahí para cuidarlos y protegerlos.
  8. Mantente paciente. Sabemos que a veces sus emociones o conductas serán difíciles, pero tu calma les ayuda.
  9. Cuídate también. Revisa cómo estás tú emocionalmente. También necesitas apoyo para estar bien.

Referencias:

• Substance Abuse and Mental Health Services Administration (SAMHSA). Child Trauma. Consultado en marzo de 2025.
• Centers for Disease Control and Prevention (CDC). Post-traumatic Stress Disorder in Children. 31 de enero de 2025. Consultado en marzo de 2025.