abril 2024

Trastornos de Ansiedad Comunes en Niños

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William Leever, PsyD

Resumen Del Artículo

 
Cuando los sentimientos de ansiedad son intensos, frecuentes y se interponen en la vida cotidiana, pueden ser signos de un trastorno de ansiedad. ¿Qué trastornos de ansiedad se observan en los niños?

Todos sentimos ansiedad en nuestra vida diaria, ¡y eso es normal! La ansiedad es el sistema de alarma de nuestro cuerpo que nos alerta sobre el peligro. Para algunas personas, su sistema de alarma es más sensible y se activa con mayor frecuencia, incluso cuando hay poco o cuando no hay ningún peligro. Cuando la frecuencia e intensidad comienzan a sentirse fuera de control e interfieren con la vida diaria, es posible que una persona esté experimentando un trastorno de ansiedad.

Casi el 32% de los jóvenes luchan o han luchado con un trastorno de ansiedad que afecta su vida (según datos de entrevistas diagnósticas del Suplemento Adolescente de la Encuesta Nacional de Comorbilidad (NCS-A (NCS-A)).

Es importante reconocer que en muchas comunidades latinas, los síntomas de ansiedad en los niños pueden ser malinterpretados o ignorados debido a creencias culturales sobre la salud mental. Es común que los síntomas de ansiedad sean vistos como "nervios" o "preocupaciones normales" lo que puede retrasar la búsqueda de apoyo profesional. Hablar abiertamente sobre estos temas puede ser un primer paso esencial para identificar y tratar trastornos de ansiedad en los niños.

Trastornos de Ansiedad Comúnmente Diagnosticados en Niños

Trastorno de Ansiedad por Separación: Miedo a separarse de los padres o adultos importantes (más común en niños pequeños).

Trastorno de Ansiedad Generalizada: Preocupación por temas como la salud, desastres naturales, relaciones con compañeros, rendimiento deportivo/académico, problemas familiares u otros temas personales importantes.

Fobias Específicas: Miedo intenso e irracional hacia un objeto específico (por ejemplo, arañas) o una situación (por ejemplo, volar en avión).

Trastorno de Ansiedad Social: Miedo intenso a actividades y situaciones sociales relacionadas con la percepción de los demás o con situaciones que podrían causar vergüenza.

Trastorno de Pánico: Experiencia de al menos dos ataques de pánico/ansiedad no provocados. Esto significa que ocurren de repente y sin una razón específica. Los ataques de pánico incluyen tanto síntomas físicos como mentales.

Trastorno Obsesivo-Compulsivo (TOC): Pensamientos no deseados e intrusivos y/o una sensación que obliga a una persona a completar repetidamente una acción para reducir la ansiedad.

  • Las obsesiones son pensamientos constantes o preocupaciones sobre un tema específico, o rituales mentales que deben completarse para reducir la ansiedad.
  • Las compulsiones son comportamientos que una persona se siente obligada a realizar para reducir la ansiedad, como lavarse las manos repetidamente, verificar y volver a verificar, o arreglar objetos de una manera particular.

Para algunas familias, ciertos comportamientos compulsivos pueden ser malinterpretados como hábitos o "manías" sin reconocer que pueden ser síntomas de un trastorno obsesivo-compulsivo (TOC). Es importante entender cómo identificar estos síntomas y entender que no se trata de una simple costumbre, sino de un trastorno que requiere atención y tratamiento adecuado.

Trastorno de Estrés Postraumático: Síntomas como miedo o ansiedad intensos, desconexión emocional y evitación de objetos o situaciones después de una experiencia o evento traumático. Los eventos traumáticos incluyen situaciones que causan o podrían causar daño físico y/o psicológico grave a la persona o a alguien cercano a ella.

Si notas varias señales de advertencia que persisten durante muchas semanas, habla con tu hijo para comprender mejor lo que puede estar sintiendo. Si continúas preocupándote, habla con su pediatra, un miembro del personal de su escuela o un profesional de salud mental. Existen tratamientos científicamente probados y efectivos para niños que tienen trastornos de ansiedad.

En la comunidad latina, es fundamental contar con recursos y profesionales que comprendan las barreras culturales y lingüísticas al momento de buscar ayuda. Asegúrate de que tu pediatra o profesional de salud mental tenga experiencia trabajando con familias latinas y te pueda ofrecer servicios y recursos en tu idioma preferido.