julio 2025

Fomentar la amistad entre estudiantes

Whitney Raglin Bignall, PhD

Resumen Del Artículo

 
  • Las amistades sanas son clave para el bienestar emocional, pero hoy en día cada vez más niños y adolescentes se sienten solos.
  • Como educador, tienes la oportunidad de fomentar amistades que fortalezcan la salud mental de tus estudiantes.
  • Tener amistades también puede mejorar el comportamiento en el aula y apoyar el aprendizaje.

A medida que escuchamos más reportes de personas que se sienten aisladas, hacer amistades es más importante que nunca. Como educador, estás en una posición ideal para fomentar las amistades. Los estudiantes que tienen amistades suelen:

  • Sentirse más felices y adaptarse mejor
  • Tener menos probabilidades de experimentar ansiedad o depresión
  • Desempeñarse mejor académicamente
  • Estar más motivados para seguir en la escuela, especialmente en la preparatoria

A medida que tus estudiantes interactúan diariamente, puedes obtener una perspectiva única sobre sus dinámicas interpersonales: quién hace amigos con facilidad, quién necesita ayuda para hacerlos, quién se siente excluido y quién pertenece a qué grupo. Puedes fomentar nuevas amistades ayudando a los estudiantes a descubrir lo que tienen en común y ofreciéndoles oportunidades para conocerse mejor.

¿Cómo puedo ayudar a mis estudiantes a formar amistades?

Aquí algunas ideas:

  • Usa dinámicas para romper el hielo. Motiva a tus estudiantes a conocerse mejor a través de juegos o preguntas para iniciar conversaciones. Una actividad sencilla es pedirles que hablen con alguien del salón que no conozcan bien. Dales 2 o 3 preguntas para que se entrevisten mutuamente y luego compartan lo que aprendieron del otro.
  • Designa una banca de amistad. Si hay bancas cerca del área de recreo, elige una como punto de encuentro para quienes quieran hacer nuevos amigos, acaban de llegar a la escuela o simplemente buscan jugar algo diferente. Explícales a tus estudiantes que, si ven a alguien sentado en esa banca, lo inviten a jugar o hacer alguna actividad. Puede ser el inicio de una nueva amistad. Si notas que un niño se queda ahí sin que nadie se le acerque, habla con un par de estudiantes y anímalos a invitarlo.
  • Haz que tu aula sea más interactiva. Busca momentos en los que los estudiantes puedan conocerse y generar confianza. De vez en cuando, realiza conversaciones grupales para que compartan cosas sobre sí mismos que tal vez no saldrían en clase. Al final de la sesión puedes usar un juego o una charla informal para fomentar esas conexiones. También puedes cambiar los lugares donde se sientan para que conozcan a otros compañeros.
  • Habla sobre los conflictos de forma natural. Aprovecha los momentos fuera del horario formal de clase para conversar sobre cómo manejar desacuerdos. Si escuchas una discusión, puedes explicar que es normal tener diferencias y que se pueden resolver con paciencia, diálogo y empatía. Con estudiantes mayores, puedes presentarles situaciones hipotéticas de conflicto y escuchar cómo las resolverían.
  • Asigna actividades en grupo. Si la tarea lo permite, divide a la clase en pequeños grupos. En lugar de dejar que elijan con quién trabajar, tú puedes armar los equipos. Esto ayuda a que se relacionen con compañeros con los que nunca han hablado. También es útil para romper grupos cerrados. Si gracias a estas interacciones luego forman grupos de estudio o amistades, eso puede mejorar su rendimiento escolar.

A medida que observes cómo tus estudiantes hacen nuevas amistades, también mantente atento a posibles señales de acoso escolar (bullying). Fomentar la amistad no debería quitarte tiempo de enseñanza, al contrario: puede mejorar el ambiente en tu salón y tener un impacto positivo en la vida de tus estudiantes.