enero 2023

Cuándo preocuparse por la salud mental de su hijo

Ariana Hoet, PhD

Resumen Del Artículo

 

Los niños se portan mal y, a veces, tienen comportamientos desafiantes. ¿Cómo saber si se trata de una fase o de una señal de alarma que necesita ayuda?

  • Qué comportamientos o emociones indican un problema de salud mental
  • Tres pasos que puede seguir para revisar las preocupaciones que tenga
  • Cómo buscar ayuda, si es necesario

Cuando los nuevos comportamientos, o las emociones fuertes, son preocupantes, ¿cómo puede saber si es solo parte del crecimiento o una señal de advertencia de algo que necesita atención? Esta es una pregunta habitual que tienen muchos cuidadores. Ya sea que se trate de un niño que no habla de nada más que gimnasia, pero luego se niega a ir a clases, un nuevo miedo que parece asomar o arrebatos de ira que parecen nuevos, puede resultar abrumador resolverlo.

Los niños no siempre pueden decirnos lo que tienen en mente, ¡puede que ni siquiera lo sepan! Por lo tanto, portarse mal es a menudo su forma de decirnos que algo les está molestando. Al hacer un seguimiento del comportamiento, puede averiguar si se trata de altibajos típicos del desarrollo o algo que debería preocuparlo más.

3 preguntas a tener en cuenta

Querrá anotar los sentimientos de su hijo y cómo está actuando. Puede ser útil usar un rastreador de comportamiento, como el que tenemos en nuestros materiales mientras esperas.

  1. ¿Con qué frecuencia se produce este comportamiento? Las rabietas, el llanto y otros comportamientos preocupantes no son tan inusuales si ocurren una o dos veces por semana. Si lo ve la mayoría de los días, es posible que deba hacer un seguimiento.
  2. ¿Dura segundos, minutos u horas? Es fácil que los niños se pongan nerviosos por algo, pero si siguen adelante y luego se olvidan, eso es bastante habitual. Si tienen dificultades para calmarse, incluso con ayuda, eso puede ser motivo de preocupación.
  3. ¿Qué disruptivo es su comportamiento? Todo el mundo tiene sentimientos fuertes a veces. Y eso puede causar grandes comportamientos. Pero si se producen reacciones que detienen actividades como la escuela, el tiempo en familia o las fiestas de cumpleaños, asegúrese de tomar nota de ello.

Después de tener en cuenta estas tres preguntas, puede llegar a la conclusión de que su hijo solo muestra comportamientos preocupantes de vez en cuando, o que los grandes sentimientos parecen pasar rápidamente. Si a su hijo le va relativamente bien en sus interacciones con amigos, familiares y la escuela, es probable que se trate de un desarrollo emocional habitual. Puedes ayudarlos a desarrollar conciencia y capacidades emocionales con estas herramientas.

Si ha revisado las tres preguntas arriba y se da cuenta de que hay un comportamiento preocupante o sentimientos fuertes que ocurren con frecuencia, que duran mucho tiempo o causan grandes interrupciones, su siguiente paso es buscar información.

Controlar el comportamiento en varios entornos

¿Quién más conoce bien a su hijo con el que pueda hablar? Puede ser su profesor favorito, un entrenador, un animador o un familiar. No se sorprenda si ve comportamientos diferentes a los suyos. Los niños a menudo actúan de diferentes maneras en diferentes lugares. Pregunte cosas como:

  • ¿Está viendo este comportamiento o estos sentimientos?
  • Si es así, ¿con qué frecuencia lo ve?
  • ¿Hay algo que haya probado que te haya ayudado?

Si el comportamiento preocupante está ocurriendo en varios lugares y es continuo (dura varias semanas), esto podría ser una señal de que sus preocupaciones van más allá de los cambios típicos del desarrollo. Recomendamos tener en cuenta la posibilidad de ponerse en contacto con un profesional de la salud mental en este momento. Su hijo puede o no tener una condición de salud mental, pero usted está en camino de obtener más información.