- Ayuda a los niños a notar sus pensamientos y evaluar si son ciertos.
- Motívalos a enfocarse en el momento presente, lo cual puede ayudarles a sentirse más tranquilos.
- Enséñales a relajar su cuerpo, ya que esto también puede mejorar su concentración.
Compras navideñas con niños
Resumen Del Artículo
Ir de compras. Hay que hacerlo, y a veces no queda más remedio que llevar a los niños. Las luces brillantes, las multitudes y las distracciones pueden ser abrumadoras tanto para los niños como para los adultos, lo que dificulta hacer las cosas. Afortunadamente, hay algunas medidas sencillas que puede tomar para que este momento sea más agradable para todos.
- Planificar con antelación.
- Elabore un plan de juego y prepárese para la salida con el fin de reducir el estrés de todos los implicados. Intenta programar las salidas de compras a horas que no interfieran con las horas normales de las comidas o las siestas y date tiempo suficiente para hacerlo todo.
- También es buena idea tener a disposición del grupo tentempiés nutritivos, bebidas y artículos de consuelo (peluche preferido, manta, etc.) para ayudar a reducir la irritabilidad.
- Prepare a los niños para el viaje.
- Hágales saber cuántas paradas piensa hacer, qué tipo de tiendas visitará y qué tipo de cosas comprará (y cuáles no), cuánto tiempo cree que durará la excursión y qué normas deberán seguir durante la misma.
- Establecer expectativas claras de comportamiento antes de salir de casa ayuda a crear una sensación de previsibilidad y reduce al mínimo las órdenes múltiples durante la salida, ya que basta con recordar a los niños los comportamientos esperados en lugar de decírselo en el momento, cuando pueden tener más dificultades para atender o recordar la información que se intenta compartir.
- Para algunos niños, pueden ser útiles «viajes de práctica» más cortos, para que se acostumbren a la experiencia, las expectativas y los beneficios tangibles de seguir instrucciones.
- Piense en las recompensas que puede ofrecer.
- La promesa de una pequeña golosina u otra recompensa al final del viaje suele ayudar a fomentar un comportamiento positivo. Asegúrese de indicar claramente cómo puede su hijo ganarse esta recompensa antes de la excursión, y de que puede entregársela si se la gana. Las expectativas poco claras o las recompensas que se ganan pero no se entregan pueden limitar gravemente la motivación del niño para ajustar su comportamiento en futuras salidas.
- En el caso de los niños más pequeños, considere la posibilidad de incluir en la compra varias recompensas pequeñas, como pegatinas o una visita al pasillo de los juguetes, para que los niños reciban con frecuencia información sobre su comportamiento positivo.
- Elogie a su hijo cuando tenga un comportamiento positivo e intente «pillarle» portándose bien para encontrar oportunidades de refuerzo positivo y aumentar la probabilidad de que el comportamiento deseado continúe.
- Mientras compra, haga que sus hijos participen en actividades interesantes.
- Las actividades no tienen por qué costar dinero ni implicar compras adicionales. Su atención y su interés genuino en las conversaciones con su hijo suelen ser la recompensa más deseada de todas.
- Considere la posibilidad de preguntar a su hijo qué es lo que más le apetece de la próxima semana o utilice su entorno para encontrar temas de conversación. Esto puede incluir juegos como «Yo espío», hacer que los niños se encarguen de la lista de la compra, buscar precios e informarle a usted, hacer fotos de decoraciones interesantes o ideas para regalos, o poner artículos en el carro/empujar el carro.
- Fíjese en lo que llama la atención de su hijo y coméntelo. Esto no sólo ayuda a que tu hijo mantenga un comportamiento positivo y refuerza vuestra relación, sino que también puede ayudarte a identificar recompensas de gran valor que puedes utilizar en el futuro.
- Pueden ser necesarios varios intentos para que su hijo le corresponda. Recuerde que, aunque los niños suelen buscar la atención de sus cuidadores, las tiendas están llenas de coloridas distracciones destinadas a atraer a clientes de todas las edades.
Cuando surgen desafíos
Aunque los comportamientos positivos pueden mantenerse a menudo mediante la distracción, los elogios, las recompensas y el establecimiento de expectativas claras, incluso los planes mejor trazados a veces no pueden competir con la sensación de cansancio, agobio o hambre. Cuando esto empiece a ocurrir, intente mantener la calma y no tomarse el comportamiento como algo personal: ¡muchos de nosotros no damos lo mejor de nosotros mismos cuando nos encontramos en un estado similar!
Piense en lo que su hijo puede necesitar para restablecerse. Esto podría consistir en tomarse un descanso de las compras para comer algo, encontrar un lugar para sentarse y descansar durante varios minutos mientras realiza una actividad agradable, recordarle la recompensa que está a punto de ganar o simplemente ignorar el comportamiento. En el caso de comportamientos más perturbadores, puede ser necesario encontrar un lugar tranquilo en un gran almacén u otro espacio abierto con menos tránsito de personas para hacer una pausa. Considere estos descansos como un tiempo para recargar las pilas y reajustarse para ambos, y haga lo necesario para mantener la calma y servir de modelo de regulación para su hijo.
Después de la pausa, intente encontrar una actividad que pueda interesar a su hijo (por ejemplo, una tienda de su preferencia) y busque oportunidades para elogiar y recompensar su comportamiento como medio para restablecer su estado de ánimo.
Con un poco de planificación meditada, reajustes ágiles y una mentalidad positiva, ir de compras con los niños puede ser una experiencia gratificante.