julio 2025

Tener una Actitud Positiva hacia los Deportes Juveniles

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Emily Weitz, BSW, LSW; Jamie Broz, Med, ATC; and Linh-Han Ikehara, MSW, LISW-S

Resumen Del Artículo

 
  • Practicar deportes puede brindar muchos beneficios a los niños y adolescentes, pero también puede traer estrés sobre el rendimiento, dudas personales y retos para administrar el tiempo, lo cual puede afectar su salud mental.
  • Los padres y entrenadores de deportes pueden ayudar modelando comportamientos positivos, recompensando el esfuerzo y la buena actitud y evitando reacciones negativas para crear un ambiente saludable para los jóvenes atletas.
  • Los adultos deben manejar sus propias emociones durante los partidos utilizando estrategias de calma como la atención plena o tomando descansos.

Los niños obtienen muchos beneficios al practicar el deporte de su elección. Puede que les guste hacer ejercicio físico, mejorar sus habilidades o disfrutar la camaradería de pertenecer a un equipo, todas esas cosas que sabemos que favorecen la salud mental de los niños.

Pero ser un estudiante atleta también puede añadir estrés a la vida de un niño. Puede que sientan una presión constante por ganar. A veces pueden dudar de sus habilidades, especialmente si se comparan con los mejores jugadores de su equipo o liga. Si están equilibrando los deportes con las tareas escolares, podrían tener dificultades para administrar su tiempo. Este tipo de factores estresantes pueden afectar su salud mental.


Para ayudar a que los estudiantes atletas sigan disfrutando su experiencia a medida que crecen, es importante crear un entorno positivo en el que puedan desarrollarse. Esto significa encontrar maneras de apoyarles de forma saludable y constructiva.

¿Cómo empezar?

  • Modela una actitud positiva. Ya sea que estés entrenando, viendo el partido desde las gradas o manejando hacia o desde el juego, deja que el estudiante atleta vea y escuche cómo te expresas de forma positiva. Aplaude y recompensa el buen esfuerzo y el juego limpio de todos los atletas. Evita hablar mal del otro equipo, abuchear a los árbitros o discutir entre padres y entrenadores de deporte. Los niños notan ese comportamiento.
  • Crea un plan de acción. Algunos adultos se involucran emocionalmente en el juego al punto de molestarse si el estudiante atleta falla una jugada o si el otro equipo anota. Si te identificas con eso, diseña un plan que te ayude a mantener la calma antes de que tus emociones se intensifiquen. Conéctate con lo que estás sintiendo y cuando notes señales de hostilidad o negatividad, pon tu plan en marcha. Respirar profundo o practicar atención plena (estar presente en el momento y observar sin juzgar) puede ayudarte a dejar pasar esos sentimientos.
  • Tómate descansos cuando sea necesario. Si pasa algo en el juego que te hace hervir la sangre, date un “tiempo fuera” para tranquilizarte. En lugar de quedarte y expresar emociones negativas frente a los niños, da una caminata hacia el baño o la tienda de snacks. Regálate unos minutos para relajarte y no regreses hasta que esas emociones intensas hayan disminuido. Si un breve descanso previene una reacción impulsiva, estarás haciendo un bien a los niños.

Mantén la Perspectiva

Ya sea que tu equipo gane o pierda, recuérdale a tu estudiante atleta (y a ti mismo) que al final, solo es un juego. Está bien sentir pasión por lo que sucede, pero lo verdaderamente importante del deporte no es cuántos partidos se ganan, sino ser un buen compañero de equipo, aprender nuevas habilidades y divertirse.