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Ideas para cuidarse

The Kids Mental Health Foundation Icon
Nakeia Hudson, LISW-S and Kady Lacy, LISW-S

Resumen Del Artículo

 
Los educadores se enfrentan a cargas emocionales, estrés y agotamiento. Dé prioridad al autocuidado, busque ayuda cuando la necesite y saque fuerzas de la resiliencia de los alumnos.

Ser educador es todo un reto. Prestáis un importante servicio a los alumnos, y eso significa que tenéis una carga emocional constante. Además, como educadores, es muy posible que experimentéis otras fuentes de estrés relacionadas con la organización escolar, las exigencias del trabajo y los recursos laborales; lo que se traduce en un bajo rendimiento, mala salud y falta de bienestar, aumento del absentismo, alta rotación de personal y menor rendimiento de los alumnos.

Cuando nuestros recursos (tiempo, energía, etc.) se utilizan en exceso, tenemos que encontrar tiempo para recargarnos. Cuando trabajas con alumnos y compartes sus triunfos y sus dificultades, estás expuesto a muchas emociones importantes. Y los estudiantes pueden compartir acontecimientos traumáticos de sus vidas que tú absorbes. Cuando oyes hablar del trauma de alguien, puede producirse estrés traumático secundario, trauma indirecto, fatiga por compasión o agotamiento, todos ellos efectos directos de cuidar a otras personas traumatizadas.

¿Cómo puede saber si se dirige hacia el agotamiento? ¿Y cómo puede aumentar su resiliencia? Tenemos sugerencias.

Señales de advertencia

Puede estar experimentando un trauma secundario (o vicario), agotamiento o fatiga por compasión si nota que varios de estos síntomas persisten durante varios días o semanas:

  • Sentirse cansado, incluso descansando
  • Tener problemas para dormir, pesadillas
  • Le cuesta ir a trabajar
  • Le cuesta expresar sus emociones
  • Sentirse desconectado de los demás
  • Problemas de concentración
  • Sentimientos continuos de tristeza
  • Padecer dolencias físicas crónicas
  • Culparse en exceso
  • Sentirse a la defensiva
  • Dificultad para ser flexible
  • Reticencia a trabajar en equipo
  • Sentirse desesperanzado o impotente
  • Falta de seguridad/confianza
  • Cometer errores en el trabajo o disminuir el rendimiento laboral
  • Cuestionar su competencia y eficacia profesional
  • Habilidades de afrontamiento poco saludables

No pasa nada por tener este tipo de sentimientos. Como educador, estás expuesto a una cantidad inusual de traumas y circunstancias desafiantes.

Aumentar la resiliencia

Puedes mejorar tu capacidad para manejar todo el estrés que forma parte de tu día a día:

  • Dormir mucho, comer alimentos buenos para ti y beber mucha agua.
  • Mover el cuerpo todos los días: practicar un deporte que te guste, hacer ejercicio de una forma que te divierta o pasear con un amigo.
  • Pasar tiempo con las personas que te importan.
  • Busca actividades que te reconforten o relajen y añádelas a tu agenda.
  • Pedir ayuda cuando la necesites.
  • Hacer una lista de cinco cosas, personas o lugares por los que estás agradecido.
  • Hacer pausas de atención plena cada día, que pueden ser tan sencillas como unos minutos de respiración tranquila o tomarse un momento para observar lo que se ve, se oye, se siente, se huele y se saborea.
  • Añade risas a tu día viendo vídeos divertidos, fotos graciosas, etc.
  • Celebrar los éxitos del día, la semana y el mes.
  • Participar en actividades de desarrollo profesional para obtener ideas de los demás.

También se puede fomentar la resiliencia apoyándose en los puntos fuertes que aporta el trabajo con alumnos que han sufrido traumas:

  • Ser testigo de cómo otros superan la adversidad
  • Reconocer la capacidad de curación de las personas
  • Reafirmar el valor del trabajo que se realiza
  • Recibir el don de la esperanza
  • Ayudarle a afrontar de forma diferente sus propias adversidades

Cuándo buscar ayuda

Si llevas varias semanas luchando con poca o ninguna mejoría, los servicios de salud mental pueden ayudarte.

Ideas adicionales

Cuida tu cuerpo:

  • Visite regularmente a su médico
  • Come sano
  • Asegúrate de dormir lo suficiente
  • Tómate unas vacaciones, aunque sean unas estancias.
  • Mueve el cuerpo con regularidad
  • Prueba un tratamiento «spa» divertido, ya sea un masaje o un baño en casa.

Cuida tu mente:

  • Considere la posibilidad de escribir o llevar un diario
  • Ir de excursión a un museo, a un espectáculo o a algún lugar que quieras explorar.
  • Cree algo divertido: pinte, esculpa, escriba un cuento o teja.
  • Pasar tiempo al aire libre haciendo senderismo, paseando o trabajando en el jardín.
  • Recuerda tus cualidades positivas: considera la posibilidad de hacer una lista y colgarla en algún lugar donde puedas reflexionar sobre ella.

Y cuídate profesionalmente:

  • Evite trabajar fuera de horario
  • Tómate tiempo para comer cuando puedas
  • Busca a otros profesores con los que hablar
  • Pon límites y practica el decir no
  • Utiliza las vacaciones para relajarte y descansar
  • Pide la baja por enfermedad cuando la necesites
  • Lee libros sobre temas interesantes

Cree su plan personal

  • ¿Cómo te mantendrás conectado?
  • ¿Cómo te distraerás?
  • ¿Cómo aumentar las emociones positivas?
  • ¿Cómo recordarás el porqué/sentido?